Un viaje dentro de otro viaje
Virginia este fin de semana emprende un viaje a tres lugares de culturas diferentes, a tres lugares que nos inspiraran sin dudas pero siempre se puede hacer un viaje dentro de otro viaje, y la primer escala puede ser un pequeño viaje en sí mismo. Vir nos comparte sus 4 horas en Santiago de Chile…
Con la llegada de las Low Cost a Argentina, una buena opción es volar vía Santiago de Chile.para volar a destinos internacionales con mejores precios, preferentemente América y Pacifico.
Unas horas en Santiago de Chile pueden resultar un mini viaje en sí mismo: ya sea pasear unas pocas horas en la ciudad, o si se dispone de un día, extender el recorrido hasta Valparaíso (no tanto Viña del Mar) o mejor, tomarse el día para ir visitar la casa del escritor Pablo Neruda en Isla Negra, la cual junto con La Sebastiana en Valparaíso y La Chascona en Santiago, resultan un paseo exquisito, no tanto por el conocido acervo literario del escritor sino fundamentalmente, porque dichas residencias. y los espacios diseñados especialmente por el poeta y su mujer Matilde (preservadas en la actualidad por la Fundación Neruda), son un oda a la amistad, la buena mesa y el arte.
Las visitas son autoguiadas y cuentan, mientras se recorren las viviendas al ritmo que cada uno desee, no solo la vida emblemática de su obra y su conocido compromiso social con su gente y su tierra, sino en particular, su pasión por la buena vida.
Las casas de Pablo Neruda tienen amplias ventanas y jardines, tienen bares de invierno y de verano pensados para sentarse a beber con amigos, y mesas lo suficientemente largas para garantizar veladas gastronómicas numerosas, como le gustaba el escritor, pero suficientemente angostas, para asegurar la cercanía entre sus comensales. La buena mesa viste vajilla de distintos lugares del mundo, que dan cuenta del gran sentido del humor de su anfitrión: como un salero y un pimentero, con rótulos de Morfina y Marihuana, que utilizaba para su propia diversión, cuando veía la cara de sus invitados, o bien, copas casi siempre de vidrio colorido, porque hasta el agua – Decia Neruda – tiene mejor sabor en esa cristalería. Las casas del escrito guardan cuartos secretos que le permitían, luego de un almuerzo extendido, retirarse desapercibidamente, para honrar sus largas siestas…Las casas de Neruda, son barcos a punto de zarpar, dignas de un buen “Marinero de Tierra” como el mismo solía definirse.
En solo cuatro horas en Santiago se puede visitar La Chascona y aprovechar para dar un paseo por calle Lastarria a pocas cuadras, donde se funden el arte, la bohemia, el diseño y preciosos lugares para probar sus vinos.
Como por ejemplo Boca Nariz, que ofrece vinos para degustar, por copa o por botella, y un platos diseñados bajo el concepto de la percepción organoléptica del vino: aroma, color y sabor. Una carta lúdica y sensorial, que es a su vez, un viaje enológico…
Este es un pequeño viaje dentro de otro viaje…siempre una primer parada puede ser la puerta para descubrir un nuevo destino. En estos días Vir compartirá sus primeras experiencias en Kyoto, primer destino de su viaje, esten atentos!
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