IMG_1092 viajar inspira.jpg — stories en la pampa

La pampa es donde vivimos, una región muy extensa en el centro de la Argentina que, más cerca de la costa es muy verde y cuando más entramos hacia el oeste se hace más árida, amarilla y polvorienta...

Los mejores recuerdos de nuestra infancia son en el campo, el campo de mis abuelos a unos 15 km de Benito Juarez, una pequeña ciudad en el centro de la Provincia de Buenos Aires...La historia comenzó en un campo muy extenso que había sido de nuestros bisabuelos y que habían llamado la "Siempre Viva", supongo que en honor a la planta que lleva ese nombre y que tiene miles de propiedades medicinales. La Siempre Viva se repartió entre mi abuelo y sus hermanos, al lado de la porción que le tocaba a mi abuelo había un pequeño campo con un "rancho" de adobe (construcción de barro y paja) que hoy tiene mas de 100 años, de esas construcciones que son un rectángulo con cocina, dos habitaciones contiguas y una galería exterior techada a donde daban todos los ambientes...ese rancho fue transformado, se le agregó baño, se cerró la galería convirtiéndose en living y comedor, el lugar donde estar, comer, disfrutar del fuego, de un asado en los días fríos, de eternas partidas de cartas a la noche, de escuchar la radio, de jugar, donde reír a carcajadas, discutir acaloradamente de política o simplemente el espacio donde sentarse a la tardecita frente al ventanal para disfrutar del paisaje, de la extensa e infinita vista, verde o amarilla según la época del año y lo que se sembrara esa temporada...luego se le agregó otro dormitorio más y cerca del molino, del cual obteníamos el agua, mi abuelo construyó una pileta para que disfrutaran sus nietos en verano...

De eso han pasado varias décadas. Ese rancho hoy lo seguimos disfrutando, más esporádicamente, cuando vamos de paseo a ver a nuestra abuela de 98 años al pueblo, pero ahí está, con más cambios pero lleno de recuerdos infinitos. Recuerdos de eternos veranos, de ocho primos corriendo, andando a caballo, paseando en tractor, jugando hundidos en el trigo recién cosechado, tirándonos a la pileta desde la punta del molino, armando casitas, saliendo de expedición al medio del campo, arreando vacas, trepados a la caja de la camioneta, jugando a las cartas, tomando chocolatadas con leche recién ordeñada en el campo del vecino, comiendo asados y guisos del abuelo, y la pasta amasada de la abuela y sus tortas, las mas ricas y esponjosas del mundo, batidas a mano...

Este fin de semana volvimos al campo porque la vida es un círculo, y ese campo se sigue pasando de mano en mano y una parte ya es de una de mis hermanas y hoy ella y su familia proyectan la "pequeña casita" para comenzar con un nuevo ciclo, de hijos y más adelante nietos que la disfruten como disfrutamos nosotros el "rancho de Pichón", así le decían a nuestro abuelo, Pichón...

Mientras avanzábamos por el camino polvoriento y miraba el cartel de entrada, oxidado pero firme después de más de 100 años, veía ante mis ojos una película, llena de juegos, risas, comidas, familia, trabajo, sacrificio, amor por la tierra, cosechas durante las fiestas, lluvias, inundaciones, sequías...la historia de una familia que sigue la historia porque la lleva en su ADN. Miraba a mis sobrinas trepadas en la tranquera riendo a carcajadas e imaginando donde estará su casita para disfrutar los fines de semana y vacaciones y era como volver a nuestra infancia (la de su mamá y la mía) y ver el ciclo de la vida, una y otra vez repetirse...

Hoy esta historia es más "nuestra historia", y de cómo un viaje, por más pequeño que sea, cerca, de 3 días o menos, puede inspirarnos, llevarnos al pasado, remover nuestros sentimientos, transportarnos a esos momentos de felicidad, de infancia, que sin dudas podemos traerlos al presente, reconstruírlos y renovarlos...

Los invitamos a pensar en esos LUGARES que los transportan, en esos a los que han vuelto o que por motivos han dejado de volver y sin embargo son esos sitios donde han vivido momentos de FELICIDAD. Piensen en los colores, los aromas, los sabores, la música, los rostros y vuelvan, vuelvan a armar el círculo, ustedes mismos, con sus hijos, con amigos, hay lugares que nos inspiran y que nada tienen que ver con el dinero ni las líneas aéreas, ni los hoteles all inclusive, lugares que nosotros somos los únicos capaces de descubrirlos en nuestro interior y porqué no, de traerlos y revivirlos en el presente. :)

#viajarInspira SIEMPRE ! que tengan un hermoso fin de semana!

Relato: Vicky Fernández