Descubrir el Norte argentino
Norte argentino
Por Dolores Fernández
Después de un tiempo sin vernos por aquí retomamos el blog. Estos últimos meses han sido raros, complicados para quienes trabajamos en el sector del turismo y aún nos quedan algunos meses por delante para afrontar con mas creatividad que nunca. Dicen que toda crisis puede ser una oportunidad y definitivamente este es un momento de cambios y en eso estamos. Parte de ese cambio es darle más importancia a este espacio y proyectar viajes inspiradores para el 2021…¡pero vamos a lo de hoy!
Hoy comenzamos un recorrido por nuestro mágico norte argentino, tan mágico como nuestro. El norte es uno de esos lugares que uno no puede dejar de enamorase, invita a un recorrido entre montañas y colores terracota que te llenan el alma.
Para conocerlo como merece hay que ir varias veces ya que son infinitos sus rincones. Hoy les contaré algunos de ellos y espero poder transmitirles en palabras e imágenes parte de esta maravilla que no se centra solo en su paisaje sino en su gente, en su sencillez y el amor por lo que hacen. Creo que el norte es un viaje para hacer en coche definitivamente. Los que vivimos lejos, cuando digo lejos hablo de mas de 1000 kms, (en Argentina las distancias son enormes), recomiendo tomar un avión, en general desde Buenos Aires hasta Salta, Jujuy o Tucumán y luego rentar un coche allí. Quienes viven mas cerca directamente no tienen mas que subirse al coche desde el punto de salida. Es un viaje para disfrutar con sus tiempos e ir parando en cada rinconcito que nos guste.. Nada se compara a recorrer sus rutas(todas seguras por cierto) y encontrar un “puestito ambulante “ en el medio de la nada, allí seguro te esperarán una clásica “tortilla norteña de jamón y queso” hecha en tambor a leña o unas exquisitas empanadas hech,as de la misma manera. Seguir sus rutas y encontrarte a la vera del camino gente local vendiendo sus artesanías de barro o tejidos muy coloridos y típicos, siempre es parte de la experiencia del viaje norteño.
Hoy no les contaré sobre las ciudades capitales de provincias como Salta, Tucumán y Jujuy sino de los pueblitos, que a mi juicio hacen del norte un lugar tan encantador y diferente. Específicamente hablo de Purmamarca, Cafayate y sus alrededores….Purmamarca es el pueblito que da comienzo a la famosa Quebrada de Humahuaca, sin dudas a mi entender el mas lindo que conforma la quebrada.
Treinta kms antes de llegar allí encontramos un tesoro llamado “Rumiyoc”, un tipo de alojamiento turístico muy particular donde se filmó parte de la película “Mi obra maestra”. Yendo por la ruta un cartel muy despintado te señaliza que hay que doblar a la izquierda y que debes adentrarte por un camino de piedra en regular estado que te indica que sigas la flecha, la incertidumbre es total hasta llegar. Haciendo aproximadamente 2 kms se abre un oasis verde entre montañas y se llega a Rumiyoc. Allí te espera Alejandro que es el alma mater del establecimiento, conserje, guía turística, cocinero y gran contador de historias…
Una vez que te instalas en la habitación te explican el funcionamiento del lugar. Siempre te proponen un menú del día o puedes traer las compras y utilizar la cocina como si fuera la de tu casa, tiene un hermoso horno a leña, gran parrilla, un calentador de mate solar, una enorme laguna artificial y un entorno único. Allí te encontrarás casi aislado del mundo entre cerros de gran altura y prácticamente sin ningún tipo de conexión de internet. El pueblo mas cercano está a 15 kilómetros que es donde se abastecen. Cuando uno conoce esos lugares comprende que hay tantas realidades como gente existe. Alejandro nos contaba que su madre vive en una comunidad indígena a 4 horas a caballo cruzando los cerros, una pequeña población de gente donde vivir en comunidad es su forma de vida.
Estar en Rumiyoc te invita a la calma, a observar, a disfrutar. Caballos y llamas recorren tu jardín como si eso fuera parte de un decorado, un lugar para contemplar la inmensidad del mundo y al mismo tiempo, su maravillosa simpleza. Habitaciones sencillas pero con el toque del lugar y la compañía de Alejandro, sus perros, y su cocina completan la experiencia en el lugar.
De allí podemos adentrarnos en la Quebrada y alojarnos en Purmamarca, pueblo enclavado entre cerros y el famoso Cerro de los 7 colores como escenografía. Un pueblo donde los colores terracota abundan y el movimiento de gente es constante caminando sus pequeñas callecitas. Su plaza central claramente es su corazón, donde cientos de vendedores tienen sus puestos y ofrecen sus mercaderías locales, pequeños cafecitos, restaurantes y las infaltables peñas donde el comer y escuchar música folclórica van de la mano. Aquí hoteles como Manantial del Silencio, La Comarca, El Marques de Tojo o Casa de Adobe, son a mi entender los que te ofrecen una experiencia maravillosa a la hora de elegir alojamiento ya que tienen un excelente servicio y su emplazamiento te deja con la boca abierta..
A 1 hora de Purmamarca se encuentran las Salinas Grandes, lugar que no deben dejar de conocer, es un paisaje que nunca podrás imaginarte, auténticos mares de sal ! Un cielo tan azul que te paraliza y la compañía de un guía local que al llegar, muy amablemente te hace ingresar y te cuenta un poquito de la magia de eso mares de sal. En nuestro caso Celestina fue una muy grata compañía y la recordaremos siempre por su calidez y sus ganas de mostrarnos el lugar donde viven.
Abandonando la provincia de Jujuy, tomamos el camino hacia Salta y de allí emprendemos el viaje a Cafayate . El camino entre esas dos ciudades hay que hacerlo de día para apreciar la belleza del paisaje entre esas dos ciudades, curvas y contra curvas de montañas rojizas y huecos en las piedras donde frenar, tomar unos mates en el camino contemplando semejante majestuosidad. Dos horas y media de viaje es lo que te lleva llegar a Cafayate desde Salta pero valen la pena .
Cafayate es un pueblito muy pequeño con una plaza principal y un entorno muy hermoso de paisajes y bodegas. Sinceramente creo que para ir a Cafayate y disfrutar una experiencia global se debe ir a un hotel que tenga determinadas características. En mi opinión no es lo mismo ir a un hotel céntrico que a un hotel con entorno de viñedos y bodegas, sin dudas la experiencia cambia y mucho.
Alli hay desde bodegas muy grandes hasta bodegas boutique y familiares, todas valen la pena . Como ejemplo de bodega grande la Bodega Piatelli es de las mejores, luego la bodega El Esteco , Finca Quara, de producción más chica y familiar Finca las Nubes la recomiendo.
En algunas de ellas además de hacer la visita guiada a la bodega se puede almorzar u organizar un pic nic inolvidable en medio de los viñedos.
Mención aparte les debemos a los Hoteles Patios de Cafayate y Hotel Grace de Cafayate que realmente son INCREIBLES. Disfrutar de esos hoteles es una experiencia en sí misma. Caminatas hermosas, cielos azules, gastronomía impecable y servicio inigualable. Solo después de ir se puede dimensionar la experiencia completa
En Cafayate el restaurant Bad Brothers está ambientado súper lindo y se come muy bien!, comidas norteñas con un toque gourmet con aromas y sabores que querrás volver a disfrutar. Sin dudas este restaurante es el recomendado para cenar en Cafayate
El norte argentino tiene infinidad de rincones, esto no es más que una muestra, pero una muestra que creemos puede ser el comienzo para inspirarlos…Espero que lo disfruten tanto como yo ¡nos leemos en el próximo post!
Ph. y texto: Dolores Fernández